Peter Zumthor

Nacimiento:
suizo
Cita
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Biografía
Tras sus estudios de arquitectura de interiores en la Escuela de Diseño de Basilea (1963-1966), Peter Zumthor (*1943) asistió al Instituto Pratt de Nueva York, donde estudió arquitectura y diseño. Antes de fundar su propio despacho en Haldenstein en 1979, trabajó en el cantón de los Grisones como restaurador de monumentos nacionales. En 1996 fue nombrado profesor en la Academia de Arquitectura de la Universidad de Suiza Italiana de Mendrisio.
Entre sus obras destacan la Escuela de Churwalden (1979-1983), el taller Zumthor en Haldenstein (1985-1986), varios edificios para la conservación de las ruinas romanas de Coira (1985-1986) y la ermita de Sogn Benedetg en Sumvitg (1987-1989), todos ellos en Suiza. La planta de esta capilla de madera con tejado plano recuerda con un extremo redondeado y el otro puntiagudo a un ojo. El interior claramente estructurado es asimismo de madera; el tejado está cruzado por una banda acristalada que permite el paso de la luz natural.
En la década de 1990 proyectó unas termas en parte construidos dentro de la montaña en Vals, Suiza (1990-1996), un cuerpo de hormigón con revestimiento de losas de piedra cortadas en horizontal y un tejado plano ajardinado. De gran refinamiento resulta el efecto entre la luz natural y la luz de colores en el interior del baño: en torno a la habitación central en forma de anillo se reparten numerosas salas de meditación y las cabinas de los vestuarios. El juego entre espacios angostos y amplios, entre actividad y relajación desgraciadamente se ve afectado por el uso masivo de las instalaciones.
Proyectó asimismo la urbanización Spittelhof en BielBenken, Suiza (1989-1996), y el Museo de Arte de Bregenz, Austria (1990-1997). Esta construcción de cuerpo paralelepípedo viene determinada en su interior por el hormigón visto y en el exterior por una fachada de paneles de vidrio mate superpuestos. Gracias a la carcasa translúcida, las estructuras internas adoptan un carácter esquemático.
Para la Expo 2000 de Hannover, Zumthor diseñó el pabellón de Suiza como una obra de arte dividida en dos espacios: una partitura determinaba las acciones de los músicos durante las 12 horas que permanecía abierta la nave. Las proyecciones luminosas de texto sobre la pila de madera de alerce que conformaba el espacio constituían el horizonte temático.