Neorracionalismo

Nacimiento:
internacional
Cita
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Biografía
La aparición de la tendencia neorracionalista se remonta a los años sesenta, cuando varios arquitectos jóvenes, como Cario Aymonino, Giorgio Grassi, Massimo Scolari y Aldo Rossi, de las universidades de Milán y Venecia, plantearon el problema de las relaciones entre sociedad y arquitectura. En una época de extremismos políticos en Italia, promulgaron un orden y un método nuevos en arquitectura. En el resumen que publicó en 1973 con el título de Architettura Razionale, Massimo Scolari utilizó la palabra tendenza (‘tendencia’) para referirse a este movimiento. Su lenguaje arquitectónico destaca los cuerpos geométricos simples y de simetría axial, retoma las tendencias arquitectónicas anteriores, como el racionalismo italiano de los años treinta, e insiste en unir las fundones y exigencias modernas con los rasgos básicos de la arquitectura regional típica, pero rechaza la línea funcionalista y tecnológica de la arquitectura moderna. No obstante, la filosofía del neorracionalismo se atiene al modelo de la «cabaña sencilla» de los arquitectos del siglo XVII (por ejemplo, Etienne-Louis Boullée y Claude-Nicolas Ledoux), con sus elementos arquitectónicos básicos, que son la columna, el arquitrabe, el vestíbulo y la cubierta. Aldo Rossi escribía en 1966 en su libro L’ar- chitettura della cittá-. «La relación entre geometría e historia, es decir, la utilización de formas históricas, es una característica siempre recurrente de la arquitectura». Estas ideas adquirieron reconocimiento internacional en los años setenta y ochenta, aunque fue sobre todo la crítica la que aplicó también el concepto de neorracionalismo a arquitectos como Oswald Mathias Ungers o Josef Paul Kleihues.
En la exposición de Zúrich de 1975, organizada con el título de «Tendenza», se presentaron obras de la región del Tesino cuyos arquitectos, como Aurelio Galfetti, Luigi Snozzi y Livio Vacchini, formaban parte de lo que se llamó Escuela de Tesino. No solo rechazaban la adaptación del Estilo Internacional, que era ajeno a la zona, sino también la visión retrógrada de una conservación de los monumentos nacionales. Aurelio Galfetti puso las cosas en su sitio: «Utilizar formas relacionadas con cualquier momento histórico y no con el presente significa operar fuera de contexto».